martes, 12 de enero de 2016

3.Arvo Pärt o el lado íntimo de lo espiritual

"Dejadme ahora aquí sentarme,
en el umbral de los dos mundos,
perdido en la elocuencia del silencio."1
RUMI

    El Arlequín fue a misa un día domingo. Llegó triste y desilusionado a casa. Me dijo que fue incapaz de hallar lo que estaba buscando. Traté de consolarlo, pero era inútil, él se esmeraba una y otra vez por describir aquellos deseos frustrados que yo no comprendía en absoluto. Entonces me habló de la obra Für Alina(1976) del compositor Arvo Pärt. Quedé enamorado. La sonoridad de la obra me transportó inmediatamente a un lugar de profunda calma y serenidad. A un sitio colmado de religiosidad, pero en voz baja. Descubrí que, como una oración muy fina, hilada desde una caverna glacial; Pärt muestra en Für Alina(1976), la faceta más íntima de la espiritualidad. Quise saber aún más. El Arlequín se sintió nostálgico, se agachó y me murmuró al oído algunas palabras sobre este místico perseguidor.

    La obra es, antes que nada, el primer trabajo del compositor estonio elaborado en su original estilo compositivo "Tintinnabuli". Éste, consiste en la superposición de dos o más voces musicales: la primera denominada "tintinabulada", transita por notas de la tríada principal -simulando la sonoridad de las campanas sacras-, y la segunda, por notas diatónicas del modo o escala elegida. Logrando unificar de esta manera, el concepto de la unidad: ya no son dos voces que se acompañan o que dialogan, son el Uno en la música. El resultado sonoro de este estilo remite un interesante imaginario minimalista y espiritual.
    Así también, no se puede dejar de mencionar el instrumento para el cual fue compuesta la música. La elección del formato de la obra para piano solo ya es una decisión crucial que no es casualidad. Es un recurso de intimidad que le permite al compositor mostrar un amplio registro de notas, un dinámica2 susurrada y un timbre que nos remite a lo sacro. El piano en  Für Alina(1976) suena como una caja musical que desperdiga gotas (¿o copos?) de agua sobre un lago quieto y deshabitado.
    Por otro lado, innegable es la deliberada intención de Pärt de querer desplegar su sensibilidad espiritual en cada uno de sus trabajos musicales. La investigación de los modos de la música antigua, la presencia de las formas y estructuras simétricas compositivas, y la gran espacialidad que le otorga al silencio en  cada una de sus piezas son ejemplos de ello.
    El caso de Für Alina(1976) no debiera ser la excepción. La obra parecen ser pequeñas preguntas y respuestas que se hace alguien y que responde su propia voz. Es un viaje de introspección a las palabras más finas, a los recuerdos más detallados, a las emociones más diáfanas y a los pensamientos más llanos. Cada frase musical es una pequeña oración verbal que el interrogador inhala y la conciencia (¿o el respondedor?3) exhala.O incluso algo más complejo que esto. Más que una desgranaje de preguntas y respuestas del sí mismo, es un despliegue de muchas preguntas sin respuestas que abren camino a medida que se liberan. Como colocar una semilla virgen en un campo fértil.
    Más aún, Pärt parece querer exponer algo en este pequeño soliloquio de notas agudas de un piano solitario en medio de una cueva espiritual. Pareciera como si en Für Alina(1976) se representara el ritual más sacro que puede hacer un hombre, la construcción del lugar más quieto, la emoción más serena, el rito más metafórico que lo haga transformarse en alguien más. Es como si el compositor necesitara crear -por medio de la música- un espacio, un contexto de intimidad para sí mismo en el que pudiese orar; fuera de cualquier catedral, apartado de toda  multitud, desprovisto de cualquier religión: una voz, tan sola, tan íntima, tan melancólica y tan personal.
    Es curioso; se comenta que Pärt escribió esta pieza para una hija de un amigo que emprendía un viaje a Londres para estudiar, como una suerte de homenaje al ethos de la juventud. Nuestra más personal opinión: creo que el compositor no logró jamás encontrar ese ethos, y en su lugar, dibujó la voz de un amante nostálgico que llora en silencio por aquellas cosas que no vive -como la juventud- y que despliega en un profundo y extático amor espiritual por la vitalidad del ser humano.

    "La espiritualidad también es íntima a veces"- me dice el Arlequín quien me habló de todo un viaje amoroso que emprendió gracias a Für Alina(1976). Se escucha en el estilo "tintinnabuli" del compositor, su búsqueda por la música sacra, la innegable fineza que le otorga a la pieza el formato de piano solo, su evocación de preguntas abiertas y finalmente; aquél lugar íntimo que yace representado detrás de todas las notas musicales de esta composición. Ahora nos toca bajar la tapa del piano y alejarnos del griterío ensordecedor, encontrar esa mística íntimidad.
    Me siento y susurro una oración espiritual en voz baja. El Arlequín se reintegra de un profundo letargo, me observa con atención, se acerca a mi rostro...Me besa la frente y me mira con ojos de profunda mansedumbre y ternura.

NOTAS

1. De su poema titulado "En el umbral". Traducido por Alfonso Colodrón.
2. Parámetro de escritura musical que determina la intensidad o volumen con que se tocan las notas. En el caso de Für Alina(1976), la única dinámica de la partitura es piano que se interpreta musicalmente como una dinámica baja de volumen.
3. Alusión al "Canto del respondedor" del poeta Walt Whitman.